Ayer, 25 de febrero, Barcelona, capital mundial de la movilidad, presentó la mayor feria de movilidad del mundo: MWC. Tendrá lugar hasta el próximo jueves y las previsiones nos dicen que marcará un punto y aparte en el ámbito empresarial de la tecnología.
Se trata de una feria profesional, en la que las principales firmas del sector presentarán sus últimas novedades. La feria repercutirá notablemente en la economía nacional con un beneficio de más de 300 millones de euros y la creación de más de 7.000 empleos temporales. Tendrán acceso alrededor de 70.000 visitantes de 200 países distintos.
La feria mostrará la evolución de la tecnología de comunicación inalámbrica (NFC) y redes de alta velocidad. El objetivo de esta nueva tecnología es acercar el móvil a un lector con el fin de facilitar sus acciones cotidianas. De este modo, se han implementado puntos NFC en atracciones turísticas, museos, restaurantes, mercados, tiendas y taxis para que los congresistas puedan pagar y obtener información extra a través del móvil. La asignatura pendiente es llevar el NFC al transporte público para que los ciudadanos puedan acceder al metro, bus y tren con sus móviles.
Otra de las novedades es que las principales operadoras han llevado a cabo numerosas inversiones para dotar a la ciudad de fibra óptica en los hogares y, también, red LTE (4G), que permite alcanzar conexiones de descarga de hasta 100 megas por segundo desde el móvil o tableta. Se espera que se presenten varios teléfonos dotados de esta tecnología, y que haya más anuncios al respecto sobre el despliegue de estas redes.
Además serán importantes los avances en lo que a cloud móvil se refiere: los móviles no dependerán de los datos y aplicaciones guardadas, sino que se conectarán a la red continuamente para acceder a los archivos y aplicaciones. Esta es una de las claves del sector: cada vez hay más dispositivos en el mundo. Todos ellos estarán interconectados entre sí. Sin duda, un progreso tecnológico que marcará el futuro.