La última versión delsistema operativo, Windows 7, de Microsoft, lleva desde mediados de octubre en fase de desarrollo. Conocemos la versión beta y todo parece apuntar que la versión final estará disponible para el público en general a partir del 22 de octubre (de este año 2009): Windows 7 RTM.
A los fabricantes de ordenadores ya les ha sido distribuida para que la integren en los nuevos equipos que saldrán al mercado en unos meses. Se espera que así lo anuncien los enviados de Microsoft a la Woldwide Partner Conference que se está celebrando entre hoy y el jueves en Nueva Orleans (Estados Unidos).
Con esto quedará atrás la versión anterior, Windows Vista, que ha tenido una buena cantidad de críticas y quejas, principalmente por su bajo rendimiento respecto a otros sistemas operativos, pobres mejoras respecto a Windows XP, su prolongado tiempo de desarrollo, cuestionamiento de todas las acciones como las instalaciones aunque sean seguras, su nueva licencia de uso —aún más restrictiva que las anteriores—, su usabilidad, su seguridad, sus requerimientos de hardware…
Son muchos los usuarios que han preferido seguir utilizando la versión Windows XP y saltarse esta generación «Vista». No obstante, según un estudio realizado por ScriptLogic Corp, seis de cada diez empresas no acutalizará a Windows 7. Fundamentalmente por el coste y la compatibilidad de aplicaciones.
El 34 % migraría a finales de 2010 y sólo el 5,4 % desplegaría el nuevo sistema a finales de este mismo año.
Para el 35 % que no tienen planes para la migración, la situación económica es el factor fundamental para conservar el sistema existente. Otro 39 % de los encuestados mostraron su preocupación por la compatibilidad de aplicaciones, un aspecto fundamental en empresas.
Así que todo parece apuntar que o se dan más facilidades para la migración, como por ejemplo la que ofrece Fujitsu para algunos de sus clientes, o la implantación de esta nueva versión del sistema operativo más común en el planeta no será tan rápida y común como en ocasiones anteriores.