La transmisión de energía sin necesidad de cables puede parecer ciencia ficción pero ya es una realidad que pronto llegará a nuestros mercados. Si ya se han puesto de acuerdo los fabricantes de móviles para estandarizar los cargadores para que todos los modelos de todas las marcas puedan cargarse con el mismo cable, pronto la última moda será el cargador sin cables.
La tecnología ya está a punto por parte del Wireless Power Consortium al que pertenecen de una forma u otra los principales fabricantes de dispositivos electrónicos del mercado. La primera especificación para la carga sin cables se llama Qi y los fabricantes tendrán que adaptar sus dispositivos a este nuevo sistema de recarga.
Los dispositivos que se quieran cargar sin cables sólo tendrán que estar sobre una base o plataforma para empezar a recargarse.
La tecnología está protegida por patentes pero para los miembros del consorcio no tendrá costes para dispositivos cuya potencia no supere los 5W, y hasta 2014. A partir de ese momento la licencia de uso de la tecnología podría continuar siendo gratis si se han alcanzado los 50 millones de dispositivos.
Está claro que esta estrategia busca extender lo más rápidamente posible esta tecnología para copar el mercado de recarga inalámbrica de dispositivos electrónicos.
Pero no son los únicos que están trabajando en soluciones de carga sin cables. Empresas como Powermat o Wipower ofrecen bases de recarga con tapas especiales para muchos dispositivos para poder cargarlos con sólo dejarlas sobre la base mientras los dispositivos no ofrezcan esta posibilidad de forma nativa.
Dentro de poco no tendremos que preocuparnos de poner a cargar nuestro móvil, porque sobre la mesa se estará recargando sólo sin conectarlo a nada.