Los grandes retos de las apps: conseguir la descarga y mantener el tráfico
Ya hemos hablado en otras ocasiones de lo interesante que se está poniendo el mercado de las aplicaciones para smartphones. El número de aplicaciones disponibles crece a pasos agigantados y, además, disponemos de una gran variedad cubriéndose prácticamente todas las necesidades. Y gracias a la enorme competencia que hay, estas aplicaciones presentan cada vez mayor calidad. Pero hacer que una app sea un éxito no es una tarea sencilla ya que no vale solamente con desarrollar un producto de calidad. Hay que saber «vendérsela» al público. Conceptualización, modelo de negocio, diseño gráfico, desarrollo… y aún queda lo más importante: la publicación y el ciclo de vida. Conseguir que la aplicación destaque en la tienda de aplicaciones y que los usuarios la descarguen requiere, aparte de tener un producto muy conseguido, inversión en marketing y comunicación para lograr notoriedad. A partir de ahí, mantener la atención de los usuarios en el tiempo, logrando que el tráfico que genera la aplicación no descienda, es el siguiente reto. Ambas cosas son necesarias para lograr rentabilizar la aplicación, tanto directa (ingresos por descargas, publicidad y/o contenido) como indirectamente (conversión de usuarios, ahorro de costes, etc.).
La fiebre de las apps
El lanzamiento del App Store de Apple en 2008 revolucionó, sin ninguna duda, el mundo de la movilidad. Los usuarios de Smartphones tenían, de un día para otro, la posibilidad de acceder a miles de programas (apps) con contenidos y funcionalidades diseñados específicamente para sus dispositivos. Pero pronto llegamos a un punto en el que lograr una descarga entre un catálogo tan extenso era todo un reto. Los casos de éxito son abundantes (Angry Birds, Whatsapp, AroundMe, …) pero, en la actualidad, la competencia hace que sea más complicado que nunca conseguir resultados parecidos.
Hay muchas aplicaciones y también muchos dispositivos que garantizan que el modelo de apps se va a mantener en el tiempo. Tres datos significativos:
– Desde 2007 se contabilizan más de 440 millones de dispositivos iOS y Android, con una media de casi 1 millón de activaciones al día.
– Hay cerca de 1 millón de aplicaciones disponibles, sumando las publicadas en el Android Market y en el App Store.
– Actualmente se registran casi 3 millones de descargas al mes sumando las 2 plataformas.
El reto de las descargas…
Como hemos visto, el canal móvil es una realidad. Desde la perspectiva del marketing se ha convertido en una plataforma imprescindible para las marcas en el intento de captar y fidelizar a sus clientes. De hecho, son conscientes de la necesidad de estar presentes en al menos una tienda de aplicaciones. Pero ¿cómo conseguir destacar entre tanta competencia? ¿Cómo lograr que mis aplicaciones móviles sean un éxito?
Este es el primer reto al que se enfrentan los creadores de aplicaciones. Proporcionar contenido atractivo, orquestar una buena campaña de promoción y seleccionar escrupulosamente las keywords a la hora de publicarla en el store, son todos conceptos vitales para triunfar. Aunque estas “claves del éxito” no son la panacea. De serlo, ganar dinero con las aplicaciones sería bastante más sencillo.
Pero no se debe caer en “la trampa de las descargas”. Si lo traducimos al mundo web, lograr un millón de descargas sería equivalente a conseguir que un millón de personas sepan que existe mi web. Está muy bien que nos conozcan, es un indicador de notoriedad, pero no podemos medir el éxito de una aplicación basándonos en el número de descargas logradas. Existe una serie de variables necesarias para desarrollar todo el potencial de las apps.
… frente al verdadero reto, el tráfico
Pongamos el caso de que se ha conseguido superar esta primera barrera. El usuario se ha descargado mi app. El mayor error aquí es bajar la guardia y pensar que está todo hecho.
Para una aplicación cualquiera su nivel de uso seguirá esta tendencia:
Como se puede apreciar en este gráfico, el porcentaje de usuarios que la continúan usando cae drásticamente al mes siguiente tras la descarga. No hace falta esperar mucho, ¡al cabo de un mes tienes un 60% menos de usuarios!
Los usuarios exigen un contenido de calidad y si el creador o desarrollador no se lo ofrece, la alternativa es clara: borrar la aplicación y buscar otra que sí cubra sus necesidades. Ante este hecho, el creador de la app tiene dos posibilidades: realizar acciones que generen tráfico adicional hacia su app y conocer a su base instalada para aumentar la efectividad de las acciones.
El envío de notificaciones push, el lanzamiento de campañas de venta cruzada o la gestión de actualizaciones son acciones que, combinadas con un contenido atractivo y el lanzamiento de nuevas funcionalidades, garantizan el éxito de la aplicación y hacen que el tráfico se mantenga en el tiempo.
Además, conocer el comportamiento de los usuarios finales y cómo responden a cada una de las acciones resulta clave para lanzar acciones que tengan el resultado deseado. Es necesario medir la información que genera la aplicación en diferentes ámbitos (uso, descargas, publicidad, reseñas, notificaciones) y analizarla para conocer mejor a la audiencia móvil. Así podremos actuar de forma eficaz multiplicando el impacto y la eficacia de las acciones. Como ejemplo, podemos mejorar el resultado de una notificación push programando su envío a una hora determinada y enviándola a un público determinado. Si la hora elegida es la hora de mayor apertura de pushes y el colectivo es el que tiene más propensión a abrir las notificaciones habremos optimizado la campaña sin spamear al resto de usuarios.
Los expertos aseguran que el marketing masivo es historia. El canal móvil ofrece mayor flexibilidad, es más económico y permite acceder a un dispositivo personal que el usuario lleva encima hasta durmiendo. Pero hay que saber aprovecharlo más allá de las descargas, foco actual de las estrategias de marketing, si queremos que nuestra aplicación se convierta en el siguiente “taquillazo”.