El Centro Nacional de Referencia de Aplicaciones de la TIC (CENATIC) ha elaborado un informe sobre el uso de aplicaciones de fuentes abiertas en la empresa.
Uno de los principales datos que se obtiene de él es que un tercio de las aplicaciones utilizadas por las pequeñas y medianas empresas es ya de software libre. Poco a poco las empresas y las administraciones públicas van asimilando los diferentes beneficios que tiene usar tecnología abierta.
Las aplicaciones abiertas que se llevan la palma en las pymes españolas son principalmente herramientas de gestión de bases de datos, servidores web, sistemas operativos y suites ofimáticas.
En las grandes empresas, el porcentaje de uso de estas aplicaciones abiertas es mucho menor, el 14 %. Y dentro de éste, lo que más se utiliza son servidores web, sistemas operativos, gestión de bases de datos y suites ofimáticas. Aunque no sea aún muy elevado el número de aplicaciones abiertas utilizadas por las grandes empresas, sí parece que vaya a ir creciendo, pues el grado de satisfacción con dichas aplicaciones es muy elevado (82 %).
En relación con Europa, aunque el estudio no se centra en ella, sí se comenta que el 65 % de las empresas europeas han adoptado o tienen interés en adoptar software de fuentes abiertas.
Este es el vídeo de presentación del informe (9 minutos), que también podéis descargar en este enlace (aunque ocupa 7 megas, por lo que tarda lo suyo).
Hace poco se ha creado en Extremadura la Fundación para la Externalización del Software Libre. Constituida por 17 empresas tecnológicas y con el objetivo de potenciar y extender en el ámbito nacional e internacional, en instituciones, empresas y los propios ciudadanos el uso cotidiano de tecnologías abiertas. Así pretenden fomentar la libre circulación del conocimiento, propiciando oportunidades de negocios sostenibles a las pequeñas y medianas empresas que conforman la mayoría del sector productivo TIC.
Con estas y otras iniciativas es posible que se ayude a extender el uso del software libre de forma que lleguemos (esperemos que más pronto que tarde) a la situación inversa a la actual, en donde el uso de aplicaciones de pago sean usadas sólo por quienes realmente eligen usarlas por sus características propias y no porque no se atreven a usar otra cosa distinta de aquella con la que han aprendido a interaccionar con el ordenador.