El consumo colaborativo ha llegado para quedarse. De hecho, ya lo tenemos en nuestras vidas. ¿Has usado alguna vez Spotify para escuchar música? ¿Has oído hablar de Couchsurfing, Uber o AirBNB? Son negocios digitales que facilitan el consumo compartido, el contacto entre unos usuarios y otros y su apoyo mutuo.
¡Este movimiento forma parte de Internet y es imparable!
El Consumo Colaborativo
Que la unión hace la fuerza, es una idea que ya sabíamos todos. Pero aprovechar las ventajas que ofrece Internet para poner en contacto a unos consumidores con otros es bastante reciente, y tiene aún mucho recorrido.
Forma parte de los nuevos estilos de vida que han surgido en el s.XXI.
De hecho, el consumo colaborativo se está iniciando en algunos sectores y los negocios digitales que han apostado por ello, han obtenido millones de euros de beneficios.
El consumo colaborativo aprovecha la tecnología actual para que los usuarios compartan, intercambien, presten, alquilen o regalen, generando una economía de «acceso» o colaborativa.
Este consumo colaborativo parte de la idea de que el hiperconsumo y la obsolescencia programada son insostenibles. Rachel Botsman lo explica muy bien en el siguiente vídeo en inglés subtitulado.
Tipos de negocios basados en el Consumo Colaborativo
Detrás de esta corriente, hay emprendedores y business angels apostando por este tipo de negocios digitales. Siguiendo la clasificación de www.consumocolaborativo.com (web que recomendamos ver si estás interesado) podrían dividirse en tres grandes grupos:
– Sistemas basados en productos: Pagar por el beneficio de utilizar un producto sin la necesidad de comprarlo. Como el uso compartido de vehículos y bicicletas. Por ejemplo: Bla Bla Car, aplicación utilizada para compartir vehículo por los usuarios que requieren hacer un mismo trayecto.
– Mercados de redistribución: Se trata de redistribuir los bienes usados o adquiridos de donde ya no se necesitan hacia algún lugar o alguien que sí los necesita. Es el mercadillo de segunda mano llevado a Internet. EBay lleva mucho tiempo en el mercado, pero cada vez son más los ecommerce de segunda mano que surgen en el mercado, especializados en nichos concretos, como por ejemplo la ropa y otros productos para niños.
– Estilos de vida colaborativos: Gente con intereses comunes se están juntando para compartir e intercambiar bienes menos tangibles como tiempo, espacio, habilidades y dinero. Si, ya hay webs en las que se presta dinero entre particulares, se ofrece alojamiento en viviendas privadas o se ofrece el propio coche para hacer de «taxi» a otros usuarios.
Aunque creas que ya está todo hecho, aún hay muchos nichos por descubrir.
La polémica está servida
Algunas aplicaciones generan mucha polémica porque entran en competencia «desleal» con algunos sectores tradicionales. Otras en cambio suponen un gran beneficio a la sociedad como los Huertos Compartidos en los que una persona facilita la tierra y otra la cultiva, lo que podría suponer una forma para fijar población en el medio rural.
Más allá de los conflictos legislativos, el consumo colaborativo es una realidad imparable.
Esperamos que este tipo de consumo ayude a transformar para mejor nuestra sociedad actual. Si estás pensando en emprender y crear un negocio digital, esta es una buena manera.