Muchas veces hemos oído hablar de la información que es posible obtener sobre uno mismo a partir de las redes sociales. Según cada persona o según el momento de la vida en que se encuentre le parece bien o mal que se pueda llegar a obtener información suya desde cualquier navegador.
Según los datos extraídos del estudio navegantes en la red realizado por la AIMC, el 50 % de los encuestados están registrado en alguna o varias redes sociales de internet. El 71 % las utiliza para desarrollar relaciones de amistad. Y solamente un 21.6 % de ellos lo está por mejorar o extender sus relaciones laborales. Es decir, que la mayor parte de la información que volcamos en nuestros perfiles está más relacionada con nuestros momentos de ocio, diversión, etc, que con nuestra formación profesional.
Por otro lado, según un estudio de Career Builder, una importante empresa de búsqueda y oferta de empleo en Estados Unidos, se afirma que el 45 % de los empleadores admite que busca en las redes sociales a los candidatos a un puesto de trabajo a ver qué información «extra» obtiene. De este modo se complementa la información aportada por el interesado en su currículum. La información encontrada en internet-redes sociales puede dereminar la elección final de los empleadores.
El 35 % de ellos confiesa haber rechazado a un candidato por la información publicada en su perfil. La principal razón son las fotos inadecuadas, contenidos provocadores o fuera de lugar, indicios o evidencias de consumo de drogas o alcohol o, incluso, los comentarios sobre trabajos anteriores o comentarios de sus compañeros y clientes en el pasado.
La principal red de la que se pueden sacar trapos sucios es, según el estudio, Facebook. Seguidas de LinkedIn (que sí es una red social dedicada a información profesional) y después MySpace y Twitter.
Las personas más vulnerables a esta obtención extra de información son los jóvenes (con un mayor afán exhibicionista o desinhibición) y las personas que no tienen suficiente soltura con el uso de internet y desconocen las múltiples posibilidades que se ofrecen desde las propias redes sociales para mantener la confidencialidad y privacidad a salvo.