La realidad del Cloud Computing
En la actualidad, el cloud computing está revolucionando el mundo de internet. Hablamos del cloud como un sistema informático digital, con capacidad de proceso y almacenaje de datos que permite flexibilizar el trabajo. El cloud tiene características que se diferencian con el resto de servidores. En primer lugar, se paga por su uso, permite agregar de una forma sencilla y rápida y por último, debe proporcionar herramientas de autoservicio al usuario.
El cloud está pensado para un tipo de proyecto que quiera usar las características citadas anteriormente. Las pequeñas empresas pueden utilizarlo sin tener necesidad de una infraestructura que les supondría un coste muy alto, por ejemplo en licencias, mantenimiento… Sin embargo, las grandes empresas y medianas pueden ser más rápidas a la hora de desplegar servicios que hacen que sea menos costoso y más competitivo.
Cuando hablo de bajo coste en las empresas es porque disponen de un servicio sin necesidad de una infraestructura y sin necesidad de estar pendiente de licencias y mantenimiento por el propio departamento IP de la empresa.
Podemos observar tres modalidades de cloud computing dependiendo de donde esté el datecenter. En primer lugar, estaría la nube pública, dónde los datos están alojados en el datecenter del proveedor y es él el que se encarga del mantenimiento. En segundo lugar, la nube privada es más compleja porque todos los servicios y datos están alojados en las infraestructuras del cliente. Esto supone que haya más mantenimiento y tengamos una infraestructura superior. Por último, hablamos de la nube híbrida; podemos decir que es una mezcla de las dos anteriores, y ésta la utilizan clientes que no pueden sacar los datos de sus infraestructuras pero quieren utilizar las ventajas del cloud computing de un proveedor externo.
Concluiré el artículo con una frase de Miguel Nussbaum “La nube facilita la vida y productividad de las personas y de las empresas”, permite intercambiar y compartir documentos trabajando en equipo y sin ningún espacio físico.